Que varas con los Ticos!
- Chantal Bingham

- 3 oct 2021
- 4 Min. de lectura
POR QUÉ LOS TICOS “AGARRAMOS LA VARA”?
-¿Viste, se murió el señor aquel?
-¡Qué feo! ¿Qué le pasó?
-Diay, no sé, le dio una vara rara.
-Compita, le vendo esta cadena, puro oro.
-Más falsa que un billete de tres colones. ¡Dejate de varas!
-o0o-
El tico no miente, dice varas; el tico no se enferma, le agarran varas; el tico no exagera, agarra la vara; el tico no se descompone, le agarró una vara; el tico no es tonto, le da la vara; al tico no le da miedo, se pone en varas.
Para los costarricenses, la palabra “vara” es sinónimo de exageración, tontera, mentira, pero ante todo, engaño.
¿Por qué usamos esta palabra en forma tan estandarizada, que prácticamente es una muletilla indispensable en el habla costarricense?
Pongámosle freno al curso de la historia y demos retroceso a muchos, muchos años atrás, allá en los albores del siglo XIX, cuando Costa Rica era apenas una pequeña y atrasada provincia de la Capitanía General de Guatemala.
Éramos tan atrasados, que se decía que a nuestra tierra llegaron los españoles que no lograron nada de la conquista y la colonia, y no les quedó otra más que conformarse con una tierra muy pequeña, casi sin oro, sin plata ni otros minerales que valieran la pena, con un relieve muy irregular.
Para colmo de males, además de ser la más pobre y atrasada, éramos la provincia menos poblada, por lo que no representábamos mayor cosa ni para la Capitanía General, menos para el Virreinato de Nueva España (México), ni se diga para la corona española.
Eran tiempos en que hasta el gobernador de la provincia, tenía que sembrar su propio huerto, para poder alimentar a su familia.
En esas épocas, no había en nuestro país ni las más elementales herramientas de trabajo y labranza, se carecía de todo, incluso, cosas como trastos y ollas eran consideradas un lujo inalcanzable.
Para medir se usaban las manos, los pies, los brazos, y para pesar se usaban toscos palos como balanza y se juntaban piedras de la calle para utilizarlas como pesas.
Vino la independencia en 1821 y las provincias centroamericanas, entre guerras civiles sucesivas, golpes de estado, cuartelazos y asonadas, nombraban y derrocaban –uno tras otro- a generales y coroneles.
Nuestros antepasados, conscientes del atraso, la pobreza y la lejanía de nuestra provincia, supieron entender que aquí no había nada por qué pelear, que lo único que quedaba era ponerse a trabajar y hacer todos los esfuerzos necesarios por sacar a nuestra Costa Rica del barreal en que se encontraba. Fue por eso que nombraron como nuestro primer Jefe de Estado, a un humilde, pero sabio maestro de escuela: don Juan Mora Fernández.
En el año 1849, fue electo Presidente de la República, el Héroe Nacional y Libertador de nuestra Patria, el señor Juan Rafael Mora Porras, don Juanito para su pueblo.
A don Juanito lo reconocemos como uno de los más grandes héroes de nuestra Patria, Libertador de Costa Rica y Centroamérica y máximo líder de la gloriosa gesta heroica de la Campaña Nacional de 1856, contra el yugo invasor del filibustero norteamericano. Fue tal de grandiosa y heroica esta hazaña, que opaca otras grandes obras que realizó en favor de su pueblo.
Por ejemplo, fue don Juanito el Presidente que se interesó porque Costa Rica tuviera un sistema de pesos y medidas, justo y equitativo, acorde con los lineamientos internacionales, y que se utilizara en todo el país.
Fue así como adoptó oficialmente, el sistema de pesos y medidas, que se utilizaba en los países europeos, especialmente España y Portugal y los Estados Unidos:
- para pesar, se utilizaba la onza, la libra, la arroba y el quintal.
- para capacidad, se utilizaría el vaso de casco, la botella, el galón, la pinta y el barril; y
- para medir, se utilizaría la pulgada, el pie, la yarda y la vara.
Pues bien, una yarda es el equivalente a 91 centímetros, mientras que una vara es equivalente a 84 centímetros; o sea, que una vara es 7 centímetros más corta que una yarda.
La yarda era para medir telas, en tanto la vara se utilizaba para calcular distancias y superficies; o sea, para medir calles y lotes.
Por eso a las cuatro ciudades de las provincias del Valle Central, les trazaron sus calles y avenidas en varas. Cada cuadra en Alajuela, San José, Heredia y Cartago, mide 100 varas y no 100 metros. Decimos metros porque en la década de los 70 del siglo XX, en la presidencia del Lic. Daniel Oduber, se adoptó como oficial el sistema métrico decimal; eso sí, a partir de esta disposición, en toda urbanización nueva que se desarrolle, sus cuadras deben medir como mínimo 100 metros. Pero eso es otra historia.
Volviendo a nuestro tema original, habían comerciantes que querían jugar
de vivillos, por no decirles embusteros y sinvergüenzas, que pretendían venderle tela a sus clientes, midiendo con varas, pero cobrando como yardas.
Esto despertó una gran desconfianza entre la población de aquel entonces.
Por eso, cada vez que alguien necesitaba tela, iba arisco y desconfiado a comprar en las tiendas, por lo que de primera entrada, le decía al tendero:
“A mí no me corte con la vara”… “conmigo no agarre la vara”… “no ponga la vara”... “deje esa vara”.
Y desde entonces, es que existe la costumbre, entre los ticos, de “agarrar la vara” de decirle “vara” a todo lo que sea tonto, exagerado, mentira, estafa o engaño.
La próxima vez que pregunte por una dirección y se la den en metros, recuerde que eso... es pura vara.
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